Diego Luna no solo es muy buen actor sino que también demostró que sabe dirigir, asi lo demuestra su primera película como director "Abel" que ha sido la sorpresa del Festival de Cannes teniendo una gran acogida incluso en el público común y silvestre ocasionando que muchas compañías se iteresen en el filme y deseen distribuirla mundialmente.
Para muchos la mejor película mexicana en lo que va de este 2010, demostrando que un filme no necesita de artilugios hollywoodenses para triunfar, las producciones sencillas pero con una temática interesante pueden llegar muy alto.
la cinta habla sobre la problemática familiar de una familia rota por los ideales de búsqueda de ingresos a otro país. Abel es un niño de 9 años que tiene una enfermedad parecida al autismo, además, con el shock que vivió, él desarrolla un extraño caso de tomar el lugar de su padre. Todos en la casa comienzan a seguirle el juego, pero a la larga todo se complica con la llegada del que ocupa ese lugar.
El filme no pretende aleccionar sino mostrar los elementos del México actual de las familias que son fragmentadas por el hecho de ir a buscar éxito en la frontera contigua. Además la cinta no se centra en la enfermedad sino en los procesos que vive cada integrante de la familia con respecto de la misma.
La historia tiene un ritmo casi hipnótico, que no te permite despegar, si no que te lleva de la risa al llanto de minuto a minuto. Juega con muchos elementos que a simple vista nos pueden causar gracia, pero conforme entendemos lo que pasa más duro nos llega el golpe dramático. La cinta peca de ser ligera a ratos y dura en los momentos climáticos. El guión está perfectamente construido y la psicología de los personajes está muy bien definida.
Hay que poner atención en los elementos visuales de la cinta, el agua tiene como significado el lazo que Abel tiene con su madre pues es una clara reminiscencia del líquido amniótico. Los colores azules de la cinta se intensifican dependiendo del día y de la noche, momentos claves en la vida de Abel y un golazo para Diego Luna quien demuestra gran potencial cinematográfico.
Para muchos la mejor película mexicana en lo que va de este 2010, demostrando que un filme no necesita de artilugios hollywoodenses para triunfar, las producciones sencillas pero con una temática interesante pueden llegar muy alto.
la cinta habla sobre la problemática familiar de una familia rota por los ideales de búsqueda de ingresos a otro país. Abel es un niño de 9 años que tiene una enfermedad parecida al autismo, además, con el shock que vivió, él desarrolla un extraño caso de tomar el lugar de su padre. Todos en la casa comienzan a seguirle el juego, pero a la larga todo se complica con la llegada del que ocupa ese lugar.
El filme no pretende aleccionar sino mostrar los elementos del México actual de las familias que son fragmentadas por el hecho de ir a buscar éxito en la frontera contigua. Además la cinta no se centra en la enfermedad sino en los procesos que vive cada integrante de la familia con respecto de la misma.
La historia tiene un ritmo casi hipnótico, que no te permite despegar, si no que te lleva de la risa al llanto de minuto a minuto. Juega con muchos elementos que a simple vista nos pueden causar gracia, pero conforme entendemos lo que pasa más duro nos llega el golpe dramático. La cinta peca de ser ligera a ratos y dura en los momentos climáticos. El guión está perfectamente construido y la psicología de los personajes está muy bien definida.
Hay que poner atención en los elementos visuales de la cinta, el agua tiene como significado el lazo que Abel tiene con su madre pues es una clara reminiscencia del líquido amniótico. Los colores azules de la cinta se intensifican dependiendo del día y de la noche, momentos claves en la vida de Abel y un golazo para Diego Luna quien demuestra gran potencial cinematográfico.
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