No es de extrañar que en España, las corridas de toros genere ingresos económicos muy grandes ya que es uno de los eventos más populares en la 'Madre Patria', pero un proyecto de ley podría prohibir la tauromaquia por fin en Cataluña sumándose a lo que ya se hizo en Canarias en 1990 lo que ha ocasionado un debate muy fuerte por las inmensas pérdidas que traería esta prohibición.
Junto a la defensa de los derechos de los animales, razón primera para dicha ley, y las cuestiones nacionalistas que...
algunos partidos políticos sacaron a relucir durante el debate, la prohibición de las corridas de toros en Cataluña esconde un argumento económico que según un informe, costaría 57 euros a cada catalán en indemnizaciones al sector.
Para obtener estos resultados, el informe realiza un cálculo que parte de la base de que, en 2007, la plaza de toros Monumental recibió a 111.060 espectadores. Multiplicados por una media de 40 euros la entrada -el texto afirma que esta plaza es una de las más caras de España-, da una facturación anual de más de cuatro millones de euros.
La prohibición de los toros afectaría a los derechos de licencia de actividad del propietario de la plaza, la familia de Pedro Balañá, que tiene una duración legal según el derecho civil catalán de 99 años. Esos cuatro millones por los 99 años dan los alrededor de 400 millones de euros que dejaría de ingresar la plaza en entradas. Calculados sobre este montante interés e inflación, el informe concluye que el "lucro cesante" sería de 253 millones de euros.
A esta pérdida por cese de actividad le suma el daño emergente, es decir, el coste de los bienes que ya no se podrán utilizar para el fin para el que fueron previstos. Según la misma argumentación, la Generalitat tendría que pagar entre 50 y 150 millones de euros para comprar las plazas de toros afectadas. Así, en total, el informe concluye que el veto a los toros costaría entre 300 y 500 millones de euros.
El debate, que arrancará a las 10.00 de la mañana de este miércoles, cuenta con 33 votos por la prohibición y 17 votos en contra. El resto, los 85 diputados con libertad de voto, está en el aire.
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