El actor de “Mi pobre angelito” celebrará tres décadas de existencia este jueves. El actor es una prueba fehaciente de lo difícil que es hacerse mayor en Hollywood.
Macaulay Culkin, la estrella infantil de la saga cinematográfica “Mi pobre angelito", a punto de cumplir 30 años, es hoy un rostro olvidado para...
una industria cruel y en constante movimiento.
De aquel rubio pícaro que hizo facturar millones a los estudios de Hollywood en los 90 queda solo la nostalgia. El próximo 26 de agosto celebrará su trigésimo cumpleaños con el público que lo vio crecer preguntándose qué fue de su vida.
La carrera profesional de Culkin, que llegó a ser considerado el actor infantil de mayor éxito desde Shirley Temple, murió después de su último trabajo de cierto peso, “The Good Son”, un thriller en el que también estaba su hermana y que fue el principio del fin para el joven actor de Nueva York.
Después de eso llegaron tres cintas de poco tirón en taquilla que significaron el silencio absoluto durante otros seis años. Su vuelta en el año 2000 fue un tanto traumática, ya con 20 años y sin el tierno encanto de su carita inmaculada.
Una década después, Culkin da poco de qué hablar. La última vez que se le vio en un rodaje para la gran pantalla fue en 2007, cuando protagonizó la comedia negra “Sex and Breakfast”, cuya facturación fue tan mediocre que sólo se estrenó en Los Ángeles para acabar unos días después en el mercado del DVD. Tras eso, en 2009 apareció en un episodio de la serie de televisión “Kings”. Y hasta ahí.
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