martes, 7 de septiembre de 2010

Balada Triste de Trompeta desconcertó en Venecia por su mezcla de emociones

Balada Triste de Trompeta del cineasta español Álex de la Iglesia, y único filme junto con Post Mortem de Larraín en nuestro idioma, fue bien recibida en Venecia pero muy poco entendida por la crítica internacional, creando opiniones diversas, la película tuvo consenso en la prensa especializada de La Mostra pero desconcertó por su mezcla de emociones.

Así es, mientras que en su país de origen, Balada Triste de Trompeta es...
aplaudida, la crítica internacional estuvo muy dividida, incluso diarios españoles como El País, reafirmaron lo difícil de entender que resultaría su obra en países que no fueran el suyo, “Es una película terriblemente personal y a la vez es como si intentase ver dentro de mí", sostuvo de la Iglesia.

Su película abarca el período que va de la Guerra Civil (1936-39) hasta el asesinato del ex presidente del Gobierno español Luis Carrero Blanco, visto desde el hilo conductor de un payaso tonto, encarnado por Carlos Areces, y el afilado carisma del payaso gracioso encarnado por Antonio de la Torre que tiene a su merced a la compañía, con quien rivalizará además por el amor de una mujer: la trapecista que encarna Carolina Bang. Entre los dos componen la metáfora de las "dos Españas que luchan hasta destruirse una a la otra".

Rodada en tiempo record en un tono de desenfreno creativo, excesiva y barroca, una especie de tragedia grotesca, pero sin asomo de una reivindicadora pincelada goyesca, la crítica opinó así: "Todavía tengo que pensar si me ha gustado o no", decía un periodista italiano. "Es muy divertida, pero demasiado barroca y grotesca. Está muy bien dirigida, pero a veces era demasiado reiterativa", sostenía otro colega de la misma nacionalidad. 

"Repulsiva, impresentable, jodida, fea, desagradable, ampulosa, falsa, insoportable. El anti-cine...", "A las distintas preguntas que mandan sobre Álex de la Iglesia: aclaro que su cine no me interesa hace tiempo y acá está desatadísimo", condenaba el periodista argentino del diario El Clarín, Diego Lerer.

Pero estos comentarios también resaltan con la de los periodistas españoles, quienes resaltan y remarcan que la película fue muy bien recibida en Venecia, y dicen que tras su proyección el aplauso del público fue efusivo, al contrario, portales fuera de España como la agencia EFE resaltaron que la proyección no había sido tan bien recibida por la mayoría de los críticos, ya que a la prensa internacional le había desconcertado bastante, y que aún así se habían escuchado algunos aplausos, con todo esto, esas críticas divididas es lo que ha ganado el consenso de Venecia haciéndola una fuerte candidata al León de Oro.

Como conclusión podemos decir que la película ha sido recibida con cierta frialdad, porque en si es una arriesgada mezcla de géneros que por consiguiente deja exhaustos y contrariados a quienes la ven, con una reacción de estupefacción, pasa de la comedia al horror y por momentos es muy oscura y grotesca, y además con excesivas alusiones propias a nombres conocidos en el ámbito español, según sostuvo el diario El País. De la Iglesia reconoció que su filme está "desatado" pero era lo más honesto en este momento de su vida.



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