Considerada la mayor filtración de documentos secretos en la historia, WikiLeaks reveló a través de los medios más importantes del mundo, todo lo concerniente a episodios inéditos ocurridos en los puntos más conflictivos del mundo así como los mecanismos y fuentes, miedos, debilidades y obsesiones del lado más oscuro, de las relaciones internacionales de Estados Unidos.
Una colección de más de 250.000 mensajes del Departamento de Estado de Estados Unidos donde se descubren desconocidas actividades de espionaje y exponen con detalle las opiniones del gobierno norteamericano sobre distintos personajes del ámbito político mundial, por ejemplo, la sospecha norteamericana de que Rusia está en manos de Vladimir Putin, a quien se le ve como un político autoritario cuyo machismo lo conecta perfectamente con Silvio Berlusconi, creando la...
desconfianza de Washington. Tampoco muestran un gran aprecio por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a quien siguen con gran meticulosidad en espera de cualquier movimiento que pueda obstaculizar la política exterior de Estados Unidos y, comentarios en mensajes del embajador norteamericano en Trípoli en los que cuenta que el líder libio, Muamar el Gadafi, usa botox y es un verdadero hipocondríaco que hace filmar todos sus exámenes médicos para analizarlos posteriormente con sus doctores.
A esto se suma la intensa actividad de bloquear a Irán, las permanentes presiones que se ejercen sobre los diferentes gobiernos, desde Brasil a Turquía, para favorecer los intereses comerciales o militares de Estados Unidos así como sus esfuerzos por cortejar a países de América Latina para aislar al venezolano Hugo Chávez. Y ya que hablamos de latinoamércia, WikiLeaks también reveló las sospechas que Cristina Fernández despierta en Washington, llegando al punto de solicitar información sobre su estado de salud mental, asimismo dieron cuenta de cables de gran valor histórico, como el que da a conocer el favoritismo de la diplomacia norteamericana por el derrocamiento del general panameño Manuel Antonio Noriega o el que detalla movimientos secretos de Estados Unidos durante el golpe de Estado que destituyó a Manuel Zelaya en Honduras.
También se recogen los movimientos entre Estados Unidos y sus aliados para hacer frente al terrorismo y al radicalismo islámico, así como detalles reveladores sobre episodios de tanta trascendencia como el boicot de China a la empresa Google o los negocios conjuntos de Putin y Berlusconi en el sector del petróleo. Toda esta información secreta, puede llevar a Estados Unidos a poner en riesgo sus relaciones con sus países aliados o quebrar el apoyo de ciertos Gobiernos árabes, además de peligrar sus planes por acercarse a otras naciones como Rusia. Antes que salieran a la luz estos documentos, el gobierno nosteamericano intentó apagar el fuego, dar explicaciones y advertir a los países afectados. Aún se espera la publicación de más mensajes secretos que puede terminar por lapidar la política exterior de Estados Unidos.
Fuente: El País
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